La Química en la mina de litio de Cáceres. Siempre que hay opacidad se levantan sospechas

Pilar Bacas Leal, catedrática de Física y Química

Nos hemos reunido un pequeño grupo de docentes de Física y Química y hemos analizado el aspecto químico del proyecto de mina de litio en galería para Cáceres, del año 2022, titulado “Proyecto Mina Interior Valdeflórez”, con el fin de interpretarlo de manera sencilla y divulgativa para hacerlo comprensible a quienes no tengan formación específica en cuestiones químicas.

El documento explica de una forma descriptiva muy breve el tratamiento químico pre­visto —como así se hizo también en un proyecto de 2018 llamado “Estudio de impacto ambiental proyecto minero Valdeflórez, cuando la mina era a cielo abierto—.

De las 152 páginas que tiene el texto que nos ocupa, solo se dedican unas 10 páginas a este tratamiento del mineral, detalle que llama la atención de entrada, ya que es asunto central y crucial, naturalmente. ¿Por qué al proceso químico se le dedica tan poco espacio, queda insuficientemente explicado, deja incompletas algunas partes del procedimiento y levanta, por tanto, muchas dudas?

Nos vamos a fijar en la explicación de las distintas FASES del proceso (pp. 31-34), donde también se van mencionando los reactivos que intervienen.

Empecemos hablando del ácido sulfúrico. La empresa, probablemente para conseguir la aceptación de la ciudadanía, ha ido cambiando su mensaje. Entre otras cosas, en 2018 se dijo que se iba a utilizar ácido sulfúrico (H2SO4) para obtener un producto intermedio, el sulfato de litio ―como se indica en la mayoría de la bibliografía―, durante la fase denominada lixiviación. En el nuevo proceso, de 2022, no se encuentra el ácido sulfúrico, que parece que se sustituye por sulfatos (de sodio, de potasio, de calcio) en la fase denominada tostación. Es decir, en la explicación de 2022 desaparece el ácido sulfúrico como reactivo, y se sustituye por distintos sulfatos.

Pero con anterioridad a esta fase de tostación, en la de preconcentración, se necesita conseguir un pH ácido de magnitud 2.5 y en ningún momento se indica cómo se va a conseguir ese pH. ¿Se utilizará el ácido sulfúrico?

Tras explicar estas FASES, el documento muestra un listado de los REACTIVOS que han intervenido en ellas, y en él sí aparece el ácido sulfúrico, que no se había mencionado en ninguna fase, y además en una cantidad nada despreciable: ¡6799 toneladas anuales! Lo que se traduce en 18 627 kg diarios de ácido sulfúrico. Aunque no queda claro si se trata solamente de sulfúrico, porque, literalmente, lo que aparece en la tabla de reactivos es “Corrector de pH (Base 98 % (H2SO4)”, que puede generar dudas sobre si lo que quieren decir es que se va a utilizar, además, algún otro ácido, que no se nombra, y que el que se  piensa utilizar como “base” es el sulfúrico.

Asimismo, en todo caso, lo que está claro es que se trata de ácido sulfúrico del 98 %, que es la presentación más concentrada y, por tanto, más peligrosa. Peligrosidad que se debe a tres características principales: capacidad corrosiva, poder deshidratante y alta acidez diluido.

¿Para qué se va a emplear ese ácido sulfúrico?, ¿solo para ajustar el pH?, ¿de dónde llegará el ácido sulfúrico?, ¿qué medio de transporte está previsto utilizar? Por carretera sería un peligro extremo teniendo en cuenta las tres características nombradas anteriormente. ¿Acaso por ferrocarril?, ¿por esa maravillosa red ferroviaria que cruza Extremadura?, ¿quizá tienen previsto montar una fábrica de ácido sulfúrico junto a la mina? (Ya la hubo en la antigua mina de fosfato de calcio de Cáceres, por cierto).

En ese listado de REACTIVOS, lógicamente deberían aparecer los reactivos que han intervenido en las FASES del proceso descritas previamente, pero no es así. Con la lectura de ese listado surgen más preguntas: ¿Para qué son necesarias 24 504 toneladas anuales de hidróxido de sodio (sosa cáustica) si este compuesto químico no aparece en ninguna de las fases del tratamiento? Y todo ello durante 26 años, que es el tiempo de explotación previsto para la mina.

Más adelante, en el proyecto se muestra un diagrama de BALANCE DE MASAS (p. 40) del proceso, en el que lógicamente deberían aparecer los compuestos químicos que se mencionan en las FASES y los que aparecen en el listado de REACTIVOS (p. 35), ya que el balance, dicho de manera simple y coloquial, es comparar lo que “entra“ y lo que “sale”, que debe ser igual. Nuestra sorpresa ha sido de nuevo considerable al ver que no es así. No existe coherencia entre los reactivos previstos en la descripción de las fases del proceso, el listado de los reactivos utilizados y los que aparecen en el balance de masas. Y no sabemos a qué responde esa falta de coherencia.

Puede ser que este no sea el proyecto definitivo. Sin embargo, lo sea o no, lo que es incomprensible es que haya visto la luz un documento como el que hemos analizado, que carece de rigor desde el punto de vista químico. Eso ya es un índice importante que parece señalar la falta de precisión y seriedad de quienes lo avalan o lo firman.

Y para seguir observando las contradicciones y justificar por qué nos hemos centrado tanto en el uso del ácido sulfúrico, es conveniente recordar lo que El Periódico Extremadura publicó el 16 de enero de 2023. Se trata de una noticia titulada “El proyecto del litio en Cáceres: 8 claves”. El texto estaba redactado en forma de preguntas y respuestas sobre ocho claves o aspectos diferentes de la mina. Una de estas preguntas y su consiguiente respuesta era la siguiente: “¿Es cierto que se usa ácido sulfúrico en el procesado de litio?”. “No, en la planta de Cáceres no se usará ácido sulfúrico en el procesado de litio gracias a la nueva tecnología desarrollada con el apoyo de EIT InnoEnergy, algo que es posible por las características únicas del yacimiento cacereño. Se usará ácido sulfúrico en cantidades mínimas en la regulación del pH, como se hace en otras industrias como por ejemplo en el cuidado de las piscinas en la gestión de agua para los regadíos” (el subrayado es nuestro).

De nuevo, surgen las preguntas: ¿Cuáles son esas “características únicas” del yacimiento cacereño?

Si no se va a utilizar ácido sulfúrico en el proceso químico del tratamiento del mineral, ¿por qué aparece este ácido en el listado de reactivos?

Si el ácido sulfúrico se va a utilizar en cantidades mínimas, como es, por ejemplo, en el cuidado de una piscina, ¿para qué son necesarias casi siete mil toneladas anuales del mismo? ¿Por qué no se explica el proceso químico de forma clara y rigurosa?

En el proyecto de mina a cielo abierto de 2018, el objetivo era conseguir carbonato de litio para las baterías eléctricas. En el proyecto de mina en galería de 2022, el objetivo es conseguir hidróxido de litio para el mismo fin. Un cambio que tampoco explican. Este último proyecto lo hemos conocido recientemente. En aquella ocasión el aprovechamiento de litio era muy superior, al ser a cielo abierto. Ahora el aprovechamiento es mínimo, pero coyunturalmente el precio del litio está muy alto y por eso es rentable a muy corto plazo. Sin embargo, es imprevisible cómo evolucionará el precio a lo largo de los próximos 26 años.

Las “características únicas” de esta mina parece que residen en el nivel de aceptación de los políticos a que se lleve a cabo el proyecto —que ha dado un giro de 180°— más que a la calidad del yacimiento.

Nos hemos limitado a tratar los aspectos relacionados con la Química. Aún quedan por formular muchas otras preguntas, que surgen continuamente en medio de tanta opacidad.

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