De lo rural a lo urbano

Por Juan Serna Martín –

Fíjense en este título: De lo rural a lo urbano, porque es el que verán a partir de ahora, tras la pausa de Semana Santa, en mi comentario de los martes en Canal Extremadura Radio. Dos conceptos que nos permitirán dar unas pinceladas críticas acerca de lo que acontece en Extremadura, en España y en el mundo sobre los dos tipos de sociedad a las que nos ha ido conduciendo eso que genéricamente llamamos “el sistema” y que no es más que un invento que, envuelto en una pretendida “revolución verde”, ha ido expulsando a la población agraria de los pueblos hacia las ciudades y despreciando con insistencia los mejores recursos y paisajes a fin de concentrar a los habitantes en grandes hormigueros urbanos cada día más inhabitables e insostenibles.

Este monstruo que tenemos delante y que ha metido al 80 % de las personas en el 20 % del territorio (recuerden eso de la “España vaciada”) no es un asunto que pueda cambiarse, ni siquiera reformarse, en tres días. La pandemia del coronavirus nos ha hecho ver que hay reformas sobre este modelo que debemos llevar a cabo cuanto antes. Otros fenómenos más recientes, como son las alteraciones climáticas, las volcánicas, la sequía, etc., nos han recordado esta necesidad. Y en estos momentos las consecuencias del “holocausto Putin” ―como puede pasar a la historia― convierten las grandes reformas pendientes en inaplazables. 

Algunos siguen sin querer enterarse de que volver al pasado ya no es posible. Ni tampoco lo es mantener este desequilibrio entre lo rural y lo urbano. En este momento toca abordar medidas y cambios valientes, audaces y, sobre todo, urgentes, para encontrar la solución a una situación que nos desborda. Ahora, escándalos como los recientes del PP o desacuerdos como los que se producen entre el PSOE y el gobierno de coalición solo ayudarán a crear una situación que se puede llevar por delante a los dos, además de a sus compañeros de viaje.

Es cierto que situaciones como la invasión de Ucrania por Rusia está desatando sentimientos de solidaridad en todas partes que nos llenan de esperanza. Pero también es cierto que hay movimientos autoritarios, dictatoriales y hasta fascistas que no presagian nada bueno y que habría que cortar de raíz antes de que sea demasiado tarde.

Un reequilibrio entre lo rural y lo urbano, con todas las reformas necesarias para ello y para hacer sostenible de verdad la sociedad en la que vivimos, es algo que ya no puede esperar.

Es la hora de ir de nuevo hacia lo rural, aunque sea poco a poco.

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