Cuaderno Extremeño para el Debate y la Acción

por Joaquín Sánchez Gallego –

El conjunto de las nuevas tecnologías es un factor clave para el desarrollo económico de Extremadura en un contexto de futuro verde y digital.

La tecnología será nuestro principal aliado para reducir la huella de carbono y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible comprometidos y, como consecuencia, obtener un crecimiento económico óptimo para nuestra región.

Extremadura, con poco más de un millón de habitantes, una densidad de población de un tercio de la media de España (y un cuarto de la de Europa), una edad media de 43 años, un 20 % de jubilados y una tasa de desempleo del 20 %, solo tiene digitalizados un 10 % de los trámites con la administración. Datos estos que indican que hay un importante reto que lograr.

Las principales industrias de nuestra región son la agricultura y los servicios. El sector industrial predominante es el agroalimentario, con un considerable potencial para aplicar el paradigma de la Industria 4.0 que le permita alcanzar los estándares de productividad, eficiencia y calidad.

La implantación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación que componen la Industria 4.0 permitirá una mejor gestión de los procesos empresariales, ya sean industriales o de servicio, y supondrá más ventajas para los productores, para el producto y para los consumidores, reduciendo su impacto en el medio ambiente.

La disponibilidad de la información, el acceso (inmediato y en remoto) a ella y la integración que supone con todos los elementos de la cadena de suministro harán que las empresas alcancen mayores niveles de productividad y obtengan mejores resultados en sus cuentas de pérdidas y ganancias. Como dijo Mike Burket de Gartner, “Mientras que en el pasado una buena cadena de suministro era eficiente y poderosa, ahora debe ser ágil y rápida”.[1]

En los momentos actuales que estamos viviendo, donde observamos que se está resintiendo el nivel de abastecimiento de ciertas mercancías, tanto en cantidad como en plazo, adquiere mayor nivel crítico la creación de ecosistemas que permitan, mediante mejores economías de escala, una mayor eficacia en los elementos de las cadenas de suministro y de sus procesos logísticos y, además, que el tamaño medio de las empresas crezca, con lo que ello supone para su nivel de productividad.

Iniciativas ya consolidadas como las cooperativas y las del tipo de integración de núcleos urbanos próximos como el de Don Benito y Villanueva de la Serena serán cabezas tractoras para un mayor desarrollo económico de la región.

Tecnologías, entre otras, como:

• Big Data, para análisis de datos;
• RPA, para la robotización virtual de procesos de trabajo;
• IoT (Internet de las Cosas), para disponer de una trazabilidad avanzada;
• Realidad Aumentada, para un análisis eficiente de imágenes;
• IA (Inteligencia artificial) y Machine Learning, para el autoaprendizaje de máquinas, la mejora del dimensionamiento del stock y la optimización de las rutas de la última milla,

harán que vayamos por el camino más apropiado para el desarrollo económico de Extremadura en un contexto de futuro circular, verde y digital.

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[1] Mike Burket, vicepresidente analista de la práctica de Gartner Supply Chain.