Cuaderno Extremeño para el Debate y la Acción

Por Juan Carlos Rojas –

Tomando como punto de partida el modelo de las granjas escuelas tradicionales, planteamos estancias escolares en pueblos de poca población. Sin embargo, proponemos incluir en este modelo una serie de mejoras que doten al proyecto de un nuevo prisma como experiencia vivencial. 

Por un lado, trabajaremos con muy pocas escuelas; y estas se implicarán activamente en el proyecto a largo plazo con el fin de diseñar conjuntamente las actividades que hay que desarrollar, acordes a las exigencias de los currículos académicos (sacar el aula al mundo rural). Por otro, buscaremos el vínculo directo y afectivo con los vecinos y vecinas, y se propiciarán espacios de convivencia a través de metodologías de aprendizaje-servicio.

La pandemia nos ha obligado a parar los motores o, mejor dicho, a ralentizarnos. Y lo que supuso un duro golpe al principio para el equipo impulsor, vemos que ha sido también un regalo por haber tenido tiempo para meditar y decidir mejor nuestros pasos, empezando por pequeños proyectos locales con los niños y niñas de los pueblos implicados, como punto de partida. 

Quizás, la mayor reflexión que hacemos es que repoblar una zona no empieza por traer nada de fuera, sino por coser puntadas de convivencia en las calles y los huertos de nuestros pueblos; por revalorizar esas redes de colaboración vecinal que existen y que son un patrimonio tan importante como nuestros bosques y nuestros edificios más emblemáticos; por dar impulso a las ilusiones latentes y a las ganas de cambio, a todo el talento que está ahí, agazapado, esperando una oportunidad. Y una vez fortalecido, que sea bienvenido el/la que quiera venir.