Píldora a vuelapluma sobre la España vacía

Por Gabriel Moreno González –

El Congreso de los Diputados ha aprobado casi por unanimidad, con una amplísima mayoría de la que únicamente se ha desmarcado la ultraderecha, la atrevida moción presentada por el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, y respaldada por las decenas de asociaciones que constituyen la plataforma de la España Vaciada (EVA). En ella el Congreso ha reconocido por primera vez en la historia reciente de nuestro país, de manera explícita e integral, la problemática del reto demográfico que acusa la mayor parte del territorio español, y singularmente las regiones de interior que presentan densidades de población inauditas para los parámetros de la Europa occidental.

El momento no podría ser más propicio: la pandemia provocada por la covid-19 ha puesto encima de la mesa las carencias que España manifiesta en la ordenación de su propia población, hiperconcentrada en núcleos territorialmente muy reducidos que se encuentran en medio de verdaderos desiertos demográficos. Ello no solo ha dificultado un mayor control de la expansión del virus, sino que también ha puesto encima de la mesa los niveles de hacinamiento, infravivienda y carencias habitacionales de una parte relevante de la ciudadanía que ha debido sufrir un confinamiento doblemente angustioso. Además, la Unión Europea y los Estados miembros están negociando una respuesta coordinada a la crisis económica que de forma paralela se está produciendo, con paquetes de ayudas e inversiones que solo pueden compararse con los niveles del Plan Marshall de la posguerra mundial. Dicha respuesta, de producirse finalmente sin una condicionalidad excesivamente centrada en el dogma neoliberal, podría ser una renovada oportunidad para que, desde los poderes públicos, se impulsase de forma decidida y contundente un cambio profundo del modelo productivo hacia mayores cuotas de sostenibilidad y bienestar, lo que conllevaría necesariamente un rediseño de la ordenación de nuestro territorio y un abordaje, integral, del reto demográfico que afronte la hiperconcentración poblacional. La moción es un primer paso en una estrategia global que solo acaba de comenzar y que, tarde o temprano, debería ir consiguiendo realizaciones concretas si de verdad nuestra sociedad, y nuestros representantes, desean que el propio país al que pertenecemos no desaparezca. 

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